En el documental se pueden ver varios testimonios y protestas de ancianos que en sus tiempos fueron combatientes Zapatistas. Además se puede apreciar en el semblante de cada uno de ellos tristeza, cansancio y decepción pero a pesar de todas las humillaciones, injusticias y padecimientos que han sufrido se les nota perseverancia y el anhelo de que las futuras generaciones logren el objetivo que ellos han perseguido durante años. Este documental muestra una vista desde abajo, a través de los ojos de las personas más necesitadas y vulnerables.
El documental habla de la historia del desarrollo de la lucha campesina que tiene como objetivo lograr la consumación del Plan de Ayala proclamado por Emiliano Zapata en 1911. De la Revolución de 1910-1917 resultó la no reelección pero la realidad es que el objetivo siempre fue la lucha por la recuperación de la tierra. Al final del gobierno de Porfirio Díaz el 1% de la población poseía el 70% de la tierra y el 95% de las familias rurales no poseían ni una sola parte.
Hubo varios líderes que buscaban lo justo para cada campesino, uno de ellos fue Francisco I. Madero que en el Plan de San Luis Potosí señaló que todos aquellos que habían adquirido porciones de la tierra de manera deshonesta, debían devolverla a sus dueños originales. Otro, Emiliano Zapata que en el Plan de Ayala proclamó que se los pueblos que pudieran presentar los títulos debían recuperar las tierras que se les habían quitado, de no poder hacerlo se les darían tierras expropiadas de los hacendados (con dicho Plan desconocía el gobierno de Francisco I. Madero).
A pesar de todos los movimientos a favor de los campesinos, no se lograba demasiado. Desde el gobierno de Manuel Ávila Camacho hasta Ernesto Cedillo se beneficiaba únicamente la propiedad privada pero los campesinos comenzaron a rebelarse y a enfrentarse contra los grandes poseedores de la tierra. Décadas después, Rubén Jaramillo se convirtió en un importante personaje que habló por los campesinos y que apoyó el Plan de Ayala.
Actualmente miles de personas siguen comprometiéndose a que de una vez por todas la tierra sea de quien la trabaja.